Justicia por mano propia

Juan no conoció a sus padres. Lo criaron sus tíos, en una villa, y tuvo que dejar el primario, para cuidar a sus sobrinos menores. Como no termino el primario no conseguía trabajo, como no conseguía plata no conseguía ropa elegante, como no conseguía ropa elegante no conseguía trabajo, por roñoso y por no tener la primaria.

Juan sale a robar, para espantar a las vecinas de Castelar, para comer en el mundo sin que el mundo lo coma, para tener armas químicas para cambiar el presente, el futuro. El pasado.

Juan está haciendo justicia por mano propia.

Mariano nació en Avellaneda. Las mujeres que no cuentan los años, cuentan dinero y a los quince, no hay mucho que contar. Pero sus amigos le cuentan lo que le hacen las chicas malas mas lindas, a los chicos buenos que saben besar. Y él no puede dejar de pensar en lo que haría cuando tenga la oportunidad y mientras piensa se encierra mas y mas en sus sentimientos y en el baño.

Mariano se toquetea, para espantar a los curas, para quedarse ciego a la realidad hostil, para tapar el destino en las líneas de la mano con los pelos de esperanza.

Mariano está haciendo justicia por mano propia.

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