El primer tropiezo en la continuación del modelo Nacional Y Popular que esta por disputarse en las elecciones de octubre que se dio ayer en la Ciudad de Bueno Aires, que con supuesta calidad de voto eligió a Mauricio Macri como Jefe de Gobierno despertó broncas y algunos cuestionamientos como ¿Estamos en condiciones de subestimar su voto como ellos hacen con el bonaerense o el jujeño?, ¿los porteños son todos pelotudos?, ¿se puede dar vuelta la elección?, ¿Puede debilitar a Cristina?
No, no, no y no.
En la presentación del libro de Aníbal Fernández “Zonceras y otras yerbas…”, Alejandro Dolina explicó que no es que hay veces que el electorado acierta el candidato correcto y otras no, como quien acierta a un blanco, si no que son los votantes los que deciden donde está el blanco.
Esta lógica debe aplicarse también para cuando votan distinto a lo que les gustaría a los que podríamos llamar “los que realmente saben algo”, que, seamos neutrales, votan todos al frente para la victoria. La primera vuelta en las elecciones mostró la voluntad del 47% de los ciudadanos de Buenos Aires de tener a Mauricio Macri como alcalde.
Pero, con los números sobre la mesa, se ve que el peronismo tiene menos chances de ganar la ciudad que Costa Rica la Copa América. De cada diez personas que no votaron ni a Filmus ni a Macri, ocho deberían revertir su voto a favor del candidato kirchnerista para que este se quede con la ciudad autónoma.
Los buenos resultados del Macrismo hacen soñar a los grupos económicos opositores con un resurgimiento del liberalismo, siempre con la honorable intención de atraer inversiones, pero son bien nulas las posibilidades de nacionalizar este resultado, habidas cuentas que el PRO no deja de ser un partido vecinal.
Ricardo Alfonsín declaró que “votaría por Mauricio Macri”, tratando de llevar agua a su molino y perfilándose cada vez más a la derecha. De persistir en esa estrategia, contribuirá aun más al enfrentamiento de su espacio con el autoproclamado frente progresista que encabeza Binner. La polarización y la crisis de representación que enfrenta la oposición no muestran horizontes de cambio antes de octubre, por lo que se espera una arrasadora victoria del Frente para la Misma.
Ojalá alguien encuentre la forma de resucitar a Raúl Alfonsín para que le pegue una soberana patada en el tuje al hijo.
ResponderEliminarMe pregunto que opinará del voto calificado porteño, de elevada consideración, ahora que perdió 12 puntos en 2 años. (casi los mismos que ganó Macri)
Muy buena nota lucho. Saludos para Telerman y Kravetz que recibieron más o menos 2 votos.